miércoles, 11 de agosto de 2010

El triunfo de la lentitud


Descubrimos esta nota publicada en el diario El País sobre "El triunfo de la lentitud" que sigue con vigencia en la actualidad e investigando nos sorprendimos del número de movimientos "SLOW" o pro "hacerlo todo lentamente" que existen en la web, en los que se recomienda las mil y una formas de hacer las cosas más despacio, no porque te lo vaya pidiendo el cuerpo sino como forma y filosofía de vida, algo que la gente que vive en lugares más pequeños y/o retirados de las grandes ciudades nunca ha dejado de practicar.
Las prisas, los agobios, la falta de tiempo se relacionan con la aparición de ansiedad y angustia. La aceleración y sus niveles contribuyen a mantener el estrés más tiempo del necesario, impidiendo el buen descanso y la sensación de placidez. Sin duda tenemos un gran aliado en hacer las cosas despacio para bajar los niveles de ansiedad.
Y por si uno se queda con ganas de más, que tal algo para disfrutar en la playa o en el sofá de casa:
ELOGIO DE LA LENTITUD: UN MOVIMIENTO MUNDIAL DESAFIA EL CULTO A LA VELOCIDAD de HONORE, CARL, de la editorial RBA LIBROS, Barcelona, 2005.

El pequeño pez

EL PEQUEÑO PEZ

«Usted perdone»,
le dijo un pez a otro, «es usted más viejo y con más experiencia que yo y probablemente podrá usted ayudarme. Dígame: ¿dónde puedo encontrar eso que llaman Océano? He estado buscándolo por todas partes, sin resultado».
«El Océano», respondió el viejo pez, «es donde estás ahora mismo».
«¿Esto? Pero si esto no es más que agua... Lo que yo busco es el Océano», replicó el joven pez, totalmente decepcionado, mientras se marchaba nadando a buscar en otra parte.
Tomado de Canto del Pájaro, Anthony de Mello

Estar atentos

Toca estar atento, con la mirada puesta en lo que ocurre, con las orejas apuntando a escuchar toda la amplia gama de sonidos que nos va tocando la música de la vida, para no perdernos en el bullicio, para no dejar pasar aquello que anhelamos, para cuidar lo que tenemos.
Y tal vez lo más difícil: atentos a lo que queremos, que parece tan fácil pero si nos detenemos a pensar un instante, descubrimos que habitualmente queremos lo que no tenemos, lo que tienen los otros, lo que perdimos, lo que está por venir....
Pero ahora mismo, en este momento ¿qué es lo qué queremos? ¿ser felices?¿ser queridos?¿ser famosos?¿ser ricos?¿ser libres?¿ser o tener? Nos mareamos entre tantas posibilidades....y tal vez nos contentamos de a ratos con las viejas y remanidas fórmulas: salud, dinero y amor o más bien, sexo, droga y rock and roll....en las cuales la pregunta se mantiene
¿qué es lo que yo realmente quiero?